30 sept. 2008

Ella Imagina


Hay gente que lleva su mundo interior por fuera,

cuando deberían llevarlo por dentro



El pasado sábado, Marmota y yo estábamos decidiendo que hacer ese día, pensando si ir a ver la obra de la Beba rojas en el CELARG o la de Javier Varcárcel en la misma sala cuando él recordó que había visto en una pequeña nota de prensa que en la sala José Ignacio Cabrujas de los Palos Grandes, un pequeño y cálido espacio situado en uno de los laterales de la torre Seguros Caracas, allí dónde funcionan las oficinas de Movistar había una obra gratiuita. Bueno más que una obra es un monólogo y sin tener mucha información al respecto nos acercamos a confirmar la realización de la misma.


En ese nuevo recinto cultural para una ciudad que tiene cada vez menos opciones para los fines de semana, La Agrupación Teatral Coordinación, del Estado Yaracuy, estuvo presentando la obra “Ella Imagina” de Juan José Millas, dirigida a un público adulto y ávido de reflexión y buen teatro. Afortunadamente nos enteramos a tiempo porque se estuvo presentando hasta el 28. la magistral actuación de Elsy Loyo, a quien conocimos ese mismo día, nos dejó grtamente sorprendidos. Bajo la dirección de Armando Holzer, vimos a una mujer que desde su soledad nos muestra su vida y nos enseña a ver lo que estamos haciendo con la nuestra. Esa mujer desnuda su alma, para presentarnos sus miedos, sus verguenzas, sus alegrías, sus ilusiones y sus fracasos de un forma poética y rpofundamente filosófica.


Una actriz, un grupo de teatro regional y una escenografía digna de los mejores teatros del mundo fueron parte del regalo que nos hizo esta agrupación durante esta temporada, dónde nos enseñaron que no hace falta una gran producción, ni contar con figuras reconocidas de la televisión para lograr superar las expectativas del público de una manera tan sorprendente.


Cada frase, cada silencio, cada movimiento, cada simbolismo estuvo muy bien logrado y causó el impacto esperado en unos espectadores que no pudimos evitar sentirnos parte de la obra e identificarnos en algunso aspectos con esa frágil, ocurrente y simpática mujer que supo dejar bien claro quien es Vicente Holgado.


Dos horas de actuación que se pasaron volando, y muchas reflexiones desde que salimos de la sala hasta el sol de hoy. Definitivamente Millás nos ofreció mucha tela que cortar y mucho jugo que sacarle a su dualidad "dentro y fuera". Elsy, le dio vida al personaje creado por el dramaturgo y nos hizo reir, llorar, sufrir y reflexionar sobre nuestras cajas y lo que guardamos "dentro" de ellas.

25 sept. 2008

El Cine CELARG y el circuito Gran Cine desarrolló del 12 al 26 de septiembre el “2° Ciclo de Cine de la Diversidad”, del cual Marmota y yo sólo hemos podido asistir a dos funciones por causas ajenas a nuestra voluntad y por la logística que implica el traslado para mi casa.

En este Ciclo, dedicado a las películas más resaltantes con temática gay pudimos “sorprendernos” con Sebastian una suerte de biografía erótica de San Sebastián. Esta película es del año 1976, yo apenas estaba empezando a descubrir el mundo cuando fue hecha. Fue una decepción completa, tanto para quienes fueron confundidos esperando ver material altamente censurable como para quienes esperábamos disfrutar de una buen guión y buenas actuaciones. Lo rescatable de este film es la escena erótica entre dos de los personajes en el río, llena de romanticismo, pasión y una hermosa estética. De resto, pues si no la has visto no te has perdido de nada que valga la pena.

Claro está, que cuando Marmota y yo decidimos verla fue pensando, según sus investigaciones en Internet que se trataba de otra película, con el mismo nombre pero que relata la historia de un joven que desea salir del closet.

La experiencia con la otra película fue totalmente diferente, salimos plenamente satisfechos y con buen sabor de boca.
Pudimos disfrutar de “Un detalle color rosa”, por lo menos esa fue la traducción que le dieron a este film coproducción Inglesa-canadiense del 2004 que no recuerdo haya llegado antes al país.
Un excelente guión, una historia original e instruyente, pues no sabíamos o no recordábamos que en la India había musulmanes. De hecho me sorprendió que las mujeres, aunque musulmanas no tienen la vestimenta típica ni usan el velo, simplemente visten trajes “indios” tradicionales.
Una hermosa pareja conformada por Alim y Giles recibe la sorpresiva visita de la madre de Alim, que no tiene ni sospechas de la verdadera condición de su hijo. Es así como comienzan los intentos de Alim por hacer que su madre no se entere de su relación con Giles. Curiosamente, unas noches atrás habían estado celebrando su aniversario en una disco gay con los padres de Giles y todos sus amigos.
Alim, y su amigo imaginario Cary Grant, la madre de Alim (Nuru), Giles y los tíos de Alim comienzan a tejer los hilos de una suerte de comedia, drama familiar e historia romántica que empeora cuando Alim se encuentra con su primo Khaleb, quienes juntos dieron sus primeros pasos sexuales en su lejana adolescencia.
Risas y lágrimas fueron mis reacciones en las escenas correspondientes. Me fue inevitable tener una cercana identificación con Alim y su temor a confesarle todo a su familia por considerar que ellos no lograrían entenderlo ni aceptarlo.
Es, sin duda alguna una de las más hermosas películas que he visto del brazo de marmota, y una ocasión propicia para renovarnos promesas de amor al salir de la sala.
En la planificación estaban "Cachorro" y "Jossy y Jagger" pero tampoco pudimos verlas, son las dos que más lamento haberme perdido. Mañana iremos a ver una que se llama "Desayunando en plutón" o algo así, espero nos guste tanto como esta última que vimos.

24 sept. 2008

Fiestas y Familia

Una fiesta es motivo de alegría, pues es producto del júbilo que produce la causa de la celebración. En este caso, “La Fiesta” es una serie de encuentros y desencuentros. Pues, se trata de la más reciente puesta en escena del productor teatral Tulio Cavalli con las actuaciones de Diana Volpe, Elio Pietrini y Albi de Abreu.

Los 45 minutos, aproximadamente, que dura la obra son suficientes para hacernos una idea de lo que es la vida diaria de este grupo familiar lleno de sueños rotos y de esperanzas muertas cuyo lugar es ocupado por la resignación y la negación de algo mejor.

Comienza una mañana cualquiera y la escenografía nos lleva a una casa de clase popular, con una decoración algo recargada y una nevera (heladera, refrigerador) que me recordaba muchísimo a la de mi abuela paterna. Un típico hombre maduro se levanta con la intención de ver un juego de fútbol por televisión, pone el aparato receptor de imágenes a todo volumen y así comienza el relato.

Una mujer, ama de casa, pendiente de cada detalle atendiendo a un marido quien sólo le confiere maltratos. Ese es el personaje de la actriz Diana Volpe. Madre y esposa abnegada, que se ha negado a sí misma por mantener satisfechos a su esposo y a su exigente hijo, un joven que vive de parranda en parranda y cada noche es motivo para una borrachera y traer conquistas a su habitación.

Un drama muy bien narrado, original de Spiro Scimone que sin duda alguna logra hacer que el espectador se involucre con lo que está pasando en escena y con las emociones de los personajes.
Las actuaciones son realmente buenas y convincentes. Al actor Elio Pietrini sólo habíamos tenido oportunidad de verlo en telenovelas, donde casi siempre es el médico de la familia. Pero, en esta oportunidad hemos quedado gratamente satisfecho con su representación. Una gestualidad muy bien lograda, matices emocionales que van desde la pasividad hasta la rabia más incontenible y una total sinergia con el resto de los actores son sólo algunas de las fortalezas de este veterano de las tablas, el cine y la televisión.

Diana Volpe, pues es la segunda vez que la veo en el escenario. La primera fue en una obra, hace algún tiempo atrás llamada “La Señora Klein” en el Ateneo de Caracas. En esa oportunidad, no salimos muy satisfechos ni Marmota ni yo. Sin embargo, de aquí salimos con mayores niveles de satisfacción, aunque no del todo, y más adelante comentaré por qué.

Albi de Abreu, nos representa a un hijo que no muestra grandes señales de afecto por su madre y quien mantiene una conflictiva relación con su padre. Este joven actor, que comenzó hace muchos años atrás como modelo de un programa infantil ha madurado muchísimo como actor. Las últimas actuaciones que hemos podido disfrutar de él han mostrado notorios avances. Su atractivo también ha corrido con esta suerte, y mención aparte su aparición en escena con franela y ropa interior, pero este ya es tema de otro post. Minutos antes de la obra, Marmota pasó frente a Albi y éste le saludó, le causó tanta alegría el hecho que hasta lo recuerda y no pasa un día sin hacer alusión al hecho.

Los comentarios al final entre Marmota y yo fueron muy coincidentes. Sentimos que la obra comienza muy bien, y tiene un momento cumbre realmente bueno. Sin embargo, el final es algo abrupto. Nos deja con muchas interrogantes y con una sensación de que la curva temática del tema no desciende para mostrar al espectador un desenlace. Tanto así, que yo no comenzaba a aplaudir pensando que venía otro acto, y esta sensación creo que fue común en la sala pues los tímidos aplausos iniciales dieron muestra de ello.

Marmota piensa que quizás el director quiso poner de manifiesto algo con lo que nosotros no hicimos el “click”. Puede ser eso, que las ideas del autor y las nuestras no estaban en ese momento en la misma sintonía y pues no logramos captar la causa de tan repentino final.
A pesar de esto, es una obra que recomendamos ver, a quienes puedan acercarse a la sala experimental del CELARG.

7 sept. 2008






¿Quién dice que es fácil? ¡vaya título para una película!, desde los preview que habíamos visto Marmota y yo en alguna oportunidad hasta el título son realmente atrayentes y despiertan una gran curiosidad por ver de qué va esta obra del cine argentino. La pudimos disfrutar el fin de semana, y aunque al principio me pareció un poco lenta, pues le fui agarrando el gusto a lo largo de la trama. Un historia bastante original que se pasea por la comedia romántica y el drama de una menra muy bien contada.




Un hombre decide alquilar un departamento contiguo al suyo, y la inquilina resulta ser una mujer que le despierta gran atracción y curiosidad. Comienzan un flirteo romántico y comienza así una relación de mutua adaptación donde el gran reto es aprender a convivir con las diferencias que, aparetemente, les separan.




Tiene de todo un poco: escenas para desternillarte de la risa, otras para reflexionar, algunas para aprender y una que otra para meterse en las emociones del espectador y arrancarnos las inevitables lágrimas producto de la relación empática con los personajes.




El tema del amor es manejado de una manera diferente a lo tradicional, aunque con remanentes de lo que se ha hecho hasta ahora. Unas actuaciones realmente buenas y un guión coherente, bien hilvanado y lleno de ocurrencias sorprendentes.




El protagonista, Diego Peretti ejecuta una actuación sorprendente, un personaje bien dibujado y hecho a su medida. gestos, expresiones corporales y voz se ajustan a las necesidades de cada escena. Emociones a flor de piel en todo momento y una magistral forma de convencernos sobre lo virtualmente real que estamos viendo en la pantalla. También, sorprende, por los menos a Marmota y a mí el ver la escena donde se quita la camisa para modelar frente a su inquilina fotógrafa para dejarnos ver un cuerpo que nada tiene que ver con su cara, y que despierta emociones jajajajajajajajaja.




Por su parte, Carolina Peleritti la dama de la historia y la causa de desvelos y pasiones del protagonista, nos seduce con un personaje cargado de bellos ideales, hasta cierto puento rayando en lo "come flor" que vino a cambiar la metódica y rutinaria vida de un hombre sumergido en su trabajo y en los encuentros con sus amigos en las "pistas de carreras de autos"




Este film nos recuerda que todo lo que hemos vivido en el pasado, sea bueno o malo, es lo que nos ha permtido lograr ser maravillosos hoy día. Nuestra historia, aciertos y desaciertos nos van perfeccionando con el tiempo. Las personas somos lo que somos por lo que hemos vivido. Esto es lo que deben aprender ambos personajes, aceptarse y descubrir que el amor surgió entre ellos por lo que son y se alimenta por lo mejor que habita en ellos.




Un hermoso mensaje de fondo, con muchos otros que nos enseñan a sacar lo mejor que cada uno de nosotros lleva consigo y a descubrir, una vez más que no somos islas y que sobre el amor todo no está dicho.




Salí más enamorado de Marmota, a quien por cierto le gustó la película mucho más que a mí. Nuestras diferencias nos acercan y complementan de una manera especial. Aunque somos seres completos, cada uno tiene lo que el otro necesita para alcanzar un equilibrio pleno y darle vida a esta hermosa historia que comenzó de forma mágica y cada día nos sigue dando alegrías y motivos para reenamorarnos constantemente uno del otro.