En una de las últimas clases que tuve en el postgrado, el profesor sacó un concepto que captó mi atención desde un primer momento: "El Balance Personal" que no es más que el equilibrio del ser humano entre su vida laboral y ese amplio mundo que es la vida personal. Desde mi punto de vista, la vida personal incluye la familia, la pareja, los amigos, las aficiones, las relaciones sociales y todo lo que hacemos por nosotros mismos (meditación, cursos, reflexiones, actividades de voluntariado y otras)
Desde muy joven he tenido claro que las personas necesitamos desarrollarnos y ser felices en cada una de las aristas que conforman nuestra vida. Tal como lo dice el famoso ejercicio aquel de la rueda de la vida, necesitamos haber crecido lo suficiente en cada una de nuestras áreas de desarrollo para que la rueda pueda girar libremente y nos permita avanzar y seguir adelante.
El trabajo es parte importante de nuestras vidas, nos permite desarrollarnos como profesionales y proveer los recursos para el resto de nuestras facetas. Pero no es lo único que debemos hacer ni para lo único que debemos vivir. Soy de las personas que se compromete con su trabajo, me identifico con la labor de la organización para la que esté trabajando en ese momento y hago lo que puedo de la mejor manera posible. Si hay algún momento en que se requiera un poco más de mí, una salida tarde o un fin de semana de trabajo, pues no tengo problema en hacerlo. Sin embargo, esto no debe ser el pan de cada día en mi vida, y me atrevería a decir que ni en la de nadie.
Como persona necesito tener tiempo para mí mismo, para mi Marmota, para mis amigos, para mi familia y para mí mismo. No le veo sentido a salir de la oficina más allá de la hora de trabajo su puedo planificarme para que todo lo que tengo que hacer esté listo en el horario dispuesto para ello. Hay personas a quienes les encanta quedarse en la oficina hasta las tantas de la noche, bueno si eso es lo que quieren hacer que lo hagan pero ¿por qué critican y destruyen tanto a quienes no lo hacen? Pienso que quien necesita esconderse en su trabajo es porque huye de algo en su vida o quiere evadir su realidad personal, no creo que sea un gran compromiso con la organización ni que tenga tanto trabajo que no pueda hacerlo. Peor aún. Muchos especialistas coinciden en que trabajar más allá del horario de salida es señal de que no se distribuye bien el tiempo o simplemente no se cuenta con las competencias suficientes para hacer lo que se tiene que hacer.
En mi vida siempre he buscado ese equilibrio, más desde una terrible somatización que tuve hace algunos años y de la cual salí milagrosamente. Mi vida no puede ser sólo trabajar, no vivo para trabajar sino que trabajo para vivir. Una vez leí en alguna parte que el trabajo es una bola de goma, que si se cae siempre rebotará, pero, la familia, la pareja y los amigos son bolas de cristal que no debemos dejar caer.
Marmota y yo siempre incluimos en nuestro presupuesto la recreación. Porque queremos vivir a plenitud y tener la adecuada salud física y mental para poder cumplir con todo lo que tenemos que hacer. Aunque sea apartar un dinerito para comerse un helado en una plaza hay que hacerlo. Conozco personas que trabajan de sol a sol y pasan los fines de semana encerradas en sus casas y las vacaciones, cuando por fin las toman, hacen lo mismo. Es más, usan esos días para hacer las diligencias y los trámites personales que no pudieron durante todo el año por pensar sólo en trabajar. ¿uno puede ser feliz así? ´No lo sé, pero si estoy seguro de que yo no podría.
Necesito vivir y desarrollarme en cada faceta en la que pueda hacerlo. ¿De qué me sirve ser un profesional exitoso si soy un desastre como hijo o si no soy feliz porque no tengo pareja o porque perdí a mis amigos por no dedicarles tiempo?
Ya ocho horas diarias de trabajo son suficientes. De lunes a viernes en ese horario podemos hacer muchas cosas, sólo es cuestión de organizarnos, tener metas claras y dedicarnos sólo a lo que tenemos que hacer. Soy de las personas que trato de hablar sólo lo necesario, aunque obviamente hay días en los que uno se dedica más a hacer otras cosas porque no tiene ganas de trabajar y eso es completamente normal. En mi evaluación de desempeño me han puesto menor calificación de la que merezco porque soy una de las personas que llega a trabajar a su hora y se va las 5:00 p.m. pero, con todo lo que recibo a cambio por ello, que es una mejor calidad de vida, pues no me importa mucho que hagan eso. Total, a la final soy el único de mi grupo de trabajo que ha confesado que sí es feliz. Si, así como lo leen porque una vez estuvimos hablando de la felicidad y demás y la persona que más tarde se va, que más días trabaja, que tiene mejor sueldo, tienen cas apropia, carro propio y se compra ropa cada vez que quiere confesó que no es una persona feliz y cuando me lo preguntaron a mí dije que "SI" con una gran sonrisa en la cara.
Creo que estoy en el camino correcto. Me faltan muchas cosas por lograr en mi vida profesional, pero el lugar actual estoy seguro que no dónde lograré lo que realmente quiero. Por eso sigo buscando mientras alimento las otras partes de mi rueda de la vida para que gire de la forma más armónica posible.
PD: La imagen inicial del post fue tomada de la página carismacoaching.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario